MARY KINGS CLOSE
En esta ocasión nos adentramos en un callejuelas de Escocia no aptas para cardíacos. Posiblemente muchos de vosotros hayáis oído hablar de él en alguna ocasión, ya que nos referimos a Mary King’s Close, el terrorífico callejón de Edimburgo, un lugar realmente tétrico y macabro. En él, muchas de las personas que lo han visitado, afirman haber sentido extrañas sensaciones y presencias misteriosas.Situado en el actual casco antiguo de la ciudad, en el pasado fue una
calle perteneciente a un humilde barrio en el que abundaban pequeñas
viviendas y tabernas. En la
Navidad de 1644, la peste que asolaba Europa llegó hasta
Edimburgo y se llevó la vida de miles y miles de personas de una manera cruel
e inhumana. Y Mary King’s Close fue uno de los focos principales de muerte a
causa de esta terrible enfermedad contagiosa. El Callejón, debido a la pobreza y a la aglomeración de personas de pocos recursos que vivían de manera precaria, fue una de las zonas más afectadas por la peste. Debido a ello, era frecuente ver a hombres, mujeres y niños con manchas oscuras en la piel, convulsiones o con los ganglios linfáticos inflamados, como las ingles, las axilas o el cuello. Sin contar con las terribles expresiones de dolor y sufrimiento reflejados en su rostro. Para proteger a los habitantes de Edimburgo que no estaban contagiados y delimitar las zonas de afectación de la espantosa plaga, las autoridades mandaron construir muros con el objetivo de cercar todas las áreas que debían mantenerse en cuarentena. Posteriormente, en el año 1750, se derribaron algunas de las casas de esta zona para construirse la Royal Mile, la Milla Real, que organiza la actividad económica de Edimburgo. El Callejón fue cerrado hasta 2003, cuando volvió a abrir al público, convirtiéndose de esta manera en una de las atracciones turísticas más conocidas de la ciudad escocesa. Uno de los personajes más conocidos entre estas paredes es el Doctor George Rae. En la época en que esta zona sufrió la peste, era habitual ver a un señor vestido con oscuras y gruesas capas de piel, un sombrero y una máscara con un pico de pájaro. No os asustéis, era una de las pocas buenas personas que se acercaban al lugar para ayudar a los enfermos. Sin embargo, se vestía de esta extraña manera para evitar ser contagiado, ya que las capas evitaban las picaduras de pulgas y ratones que transmitían la peste y, en el interior del pico, colocaba diferentes tipos de hierbas que se pensaban que ayudaban a erradicar la plaga. Mary King’s Close abre sus puertas de abril a octubre todos los días de 10 a 21 horas. Los meses comprendidos entre noviembre y marzo, de domingo a jueves, la zona cierra a las 17 horas de la tarde; aunque los viernes y sábados mantiene el horario de verano y cierra sus puertas a las 21 horas. |
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